El mundo de hoy
Este refrán checo describe perfectamente el mundo actual. Vivimos en un mundo altamente digitalizado y globalizado. Compartir informaciones y enterarse de lo que está pasando en la otra parte del mundo es tan fácil, como tomar un café en el bar. Tenemos los medios para conocer noticias mundiales y para interactuar con culturas totalmente distintas a la nuestra. Incluyendo la facilidad de viajar (pandemia aparte) ¡tenemos realmente el mundo entero en nuestras manos!
En una situación como la actual, el único límite al que tenemos que enfrentarnos es el idioma de las informaciones a las que accedemos. La cultura en la que queremos sumergirnos durante nuestros viajes y las noticias que nos llegan desde cada rincón del mundo están muy limitadas y hasta un poco falseadas si intentamos cambiarle el idioma original.
Viajar, viajar, viajar
Efectivamente, el “viaje”, definido como un cambio temporal de una situación a la cual nuestro cuerpo y mente están acostumbrados, sea una situación física o bien mental, nos hace desarrollar y crecer. Ver cosas distintas nos da la posibilidad de aumentar nuestro poder de juicio, creando nuestras propias ideas. Enfrentarnos con personas extranjeras, leer artículos de periódicos de otros países, ver películas hechas en otros lugares, nos abre la mente a lo nuevo, mostrando la gran diversidad que existe.
El hecho de viajar a París y poder pedir un “café au lait avec un pain au chocolat”, en francés, en una terraza frente a la Torre Eiffel te coloca al centro de la cultura francesa, sin limitaciones ni barreras. Hasta casi podrías empezar una conversación con el camarero, enterándote de lo que pasó anoche justo en la calle enfrente… por ejemplo.
Tener una conversación en inglés con un estadounidense que está de estancia en tu Universidad de Madrid, te da la oportunidad de viajar por un momento a EEUU, comentando detalles sobre temas culturalmente ajenos a ti mismo y a tus compañeros de toda la vida.
Ver y entender la entrevista original de un futbolista italiano, que acaba de ganar la Eurocopa, llorando de alegría, te hace llegar todas las emociones de un momento tan único; emociones que nunca podrían ser traducidas.
Sacar la esencia
La mala noticia es que todas estas emociones, estas experiencias y estos detalles, pierden mucho de su valor si queremos quedarnos únicamente con nuestro idioma natal, sea cual sea.
Sin embargo, la buena noticia es que tienes en tu mano todas las posibilidades y oportunidades para lograr sacar el 100% de cada una de estas emociones y experiencias, sin que se te escape ni un detalle, aprovechando de manera total cada momento, en este mundo tan dinámico.
Hablar diferentes idiomas, te da la posibilidad de experimentar más cosas, de vivir en tu misma piel y en directo, emociones en las que se perderían detalles fundamentales, si fueran traducidas.
Hablar diferentes idiomas te hace vivir más, te hacen vivir una vida más, por cada idioma que hablas.